Delfín del Amazonas

El delfín del Amazonas, al que también se le conoce con otros nombres como delfín rosado, boto o bufeo, está considerado como el más grande de los delfines de río, y como su nombre lo indica, se trata de una especie oriunda de la cuenca amazónica, razón por la cual ha desarrollado habilidades adaptativas que lo diferencian de sus parientes cercanos, los delfines oceánicos. Además, y como dato curioso, debemos mencionar que esta especie es totalmente ciega, por lo que se vale de su sentido de la ecolocalización para desplazarse y atrapar a sus presas. De hecho, posee la dieta más variada de todo el orden de los odontocetos.

Clasificación

El Delfín del Amazonas, forma parte de los cetáceos odontocetos, dentro de la familia Platanistoidea, donde además se encuentran otras especies como el Delfín del Ganges, el Delfín del Plata y el Baiji o Delfín chino de río. Dentro de los delfines de río, el Delfín del Amazonas se ubica en la familia Iniidae, siendo esta especie el único miembro del género Inia. Aunque continúa investigándose el origen de estos animales, se cree por el momento que aparecieron en la tierra unos 15 millones de años atrás, y al día de hoy, se reconocen tres subespecies, clasificadas atendiendo a la región donde habitan.

Características físicas

Considerado como la especie de delfín de río más grande en la actualidad, el Delfín del Amazonas puede llegar a medir hasta unos 2.60 metros de longitud, con un asombroso peso de 154 kilogramos (para el caso de los machos, ya que las hembras son menores en tamaño y peso). A simple vista, podemos observar que el Delfín del Amazonas presenta un cuerpo firme y musculoso, aunque el hecho de que sus vértebras cervicales no se encuentren del todo fusionadas, les permite desplazarse con mayor agilidad dentro del agua. Como sucede con todos los delfines de río, esta especie no posee una aleta caudal desarrollada, aunque sus aletas pectorales son considerablemente grandes, una cualidad que les permite desplazarse a lo largo de la densa vegetación en la cuenca amazónica.

Por otra parte, mientras que las crías de este delfín poseen una coloración gris oscura, poco a poco van dando paso a una tonalidad rosada característica. La esperanza de vida para el Delfín del Amazonas, es de unos 20 años en promedio.

Distribución

A lo largo del río Amazonas, en gran parte del Orinoco y en la región superior del río Madeira, el Delfín del Amazonas halla su hábitat en cuencas, canales, lagos, afluentes y desembocaduras de agua, siempre condicionado por las temporadas de sequía y lluvias, lo que a su vez determina la disponibilidad de alimentos. Mientras que en la época seca, estos animales se refugian en los cauces de los ríos, más tarde podrán desplazarse hacia las planicies inundadas de la selva cuando la temporada de lluvia transcurre. De manera general, los Delfines del Amazonas comprenden varias naciones sudamericanas como Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Venezuela, y por supuesto, Brasil, lo que en conjunto, llega a sumar un área de más de siete millones de kilómetros cuadrados.

Alimentación

Una adaptación importante que presentan estos mamíferos acuáticos, es la capacidad de orientarse y obtener información del entorno a través de su poderoso sistema de ecolocalización. Al mismo tiempo, el Delfín del Amazonas posee una serie de pelos sensoriales en el extremo de su hocico que le aporta mayor información sobre el sedimento de los ríos, una cualidad que, junto a sus poderosos dientes, les permite atrapar pequeños peces (43 especies) como las corvinas, las pirañas y los tetras, además de moluscos y tortugas. El Delfín del Amazonas acostumbra a cazar durante las primeras horas del día y a mediados de la tarde. Se conoce que un ejemplar en estado adulto llegará a consumir un 5% de su peso corporal.

Comportamiento

El Delfín del Amazonas, como sucede con la mayoría de los delfines de río, es un animal solitario, llegando a asociarse raras veces en grupos de tres o cuatro miembros. Habitualmente, pueden encontrarse parejas conformadas por la madre y su cría en pleno desarrollo, aunque cuando los alimentos abundan, pueden vérseles reunidos en grandes grupos cerca de las cuencas de los ríos. Con respecto a su relación con el hombre, se ha podido comprobar que el Delfín del Amazonas no es un animal agresivo, aunque no llega a ser tan sociable como, por ejemplo, el delfín mular. Su velocidad no es tan asombrosa como en otras especies de delfines, ya que apenas logra alcanzar los 22 km/h, y por lo general, es un animal tranquilo que no acostumbra a realizar saltos acrobáticos en el agua.

Reproducción

Cuando el macho y la hembra copulan, el período de gestación tomara entre nueve y doce meses. Generalmente, el período de alumbramiento se produce durante la temporada de lluvias, tiempo durante el cual, las crías nacerán pesando alrededor de 80 kilogramos, y con una longitud aproximada de 80 cm. Es de destacar además la fuerte rivalidad que toma lugar entre los machos cuando se encuentran cortejando a la hembra, y más curioso resulta aún el hecho de que estos animales realicen pequeños regalos a su pareja, como por ejemplo, trozos de arcilla, ramas de árboles, etc. En cuanto a la madurez sexual de esta especie, la hembra se encontrará lista para la reproducción a los seis años de edad, mientras que los machos tardan un poco más. Por otra parte, llama la atención la intensa actividad sexual que esta especie establece, pudiendo alcanzar más de trece copulaciones en una hora.

Conservación

Según la UICN, el Delfín del Amazonas es una especie vulnerable a la extinción, una condición que tiene sus raíces en la contaminación de las aguas amazónicas (las minas de oro en la región utilizan el mercurio que es desechado al agua), además de la industrialización de la zona, el número creciente de embarcaciones, el ruido, y la utilización de estos animales como cebo para la pesca. Se estima que actualmente, su población no excede de unos pocos miles.